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Cardiopatía hipertensiva


Abigail Bello Gallardo



“La hipertensión arterial es una enfermedad que mata en silencio,
es una crisis de salud pública mundial”.
Organización Mundial de la Salud.


La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias, a medida que el corazón bombea sangre al cuerpo.
Hipertensión es el término que se utiliza para describir la presión arterial alta.
Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El número superior se denomina presión arterial sistólica. El número inferior se llama presión arterial diastólica. Por ejemplo, 120 sobre 80 milímetros de mercurio -escrito como 120/80 mmHg- (Hipertensión arterial. Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. NIH. MedlinePlus).

Solamente se puede establecer un diagnostico cuando el médico revisa al paciente y le mide la presión arterial, detectando cifras mayores de 140-90 mmHg en pacientes que no son diabéticos, puesto que en los pacientes que son diabéticos, las lecturas de las cifras se vuelven un riesgo de sufrir un infarto o un evento cerebrovascular (ocurre cuando una arteria se obstruye produciendo interrupción o pérdida del flujo de sangre al cerebro, o bien, ser el resultado de ruptura de un vaso en el cerebro dando lugar a un derrame),  cuando sobrepasan los números de 130-80.

Una presión arterial ideal normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mmHg, la mayoría de las veces (Hipertensión arterial. Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. NIH. MedlinePlus).




La hipertensión arterial, es una enfermedad que conocemos como el enemigo silencioso, porque es una enfermedad que con frecuencia no provoca síntomas; siete de cada diez pacientes no demuestran ningún síntoma donde se pueda diagnosticar esta enfermedad.
En algunas ocasiones las personas con hipertensión arterial refieren dolor de cabeza, zumbido de oídos, náusea y mareo; pero estos síntomas no son únicos de la hipertensión.

A veces el paciente debuta con un infarto al miocardio o con un evento vascular cerebral por causa de la hipertensión. Es de esto, precisamente, de lo que se está muriendo la gente (La hipertensión arterial; el enemigo silencioso y asintomático acecha. Doctor Gerardo Medina, miembro activo de la Asociación Mexicana de la Cardiología, médico cardiólogo del hospital Médica Sur y director de producto en Bayer de México. PMFARMA).
También con frecuencia se daña gravemente la función de los riñones y de los ojos debido a la hipertensión.

Aproximadamente 24 millones de mexicanos padecen hipertensión arterial y solo el 5 por ciento están controlados (Mueren 35 mil personas al año por infarto: SSA. Eluniversal.mx).

A causa de la hipertensión, de acuerdo con la Secretaria de Salud, Mercedes Juan, los decesos pasaron de 68 mil en el año 2000, a 105 mil en el 2012.
Para dimensionar lo anterior se puede decir que el año pasado falleció el equivalente a un estadio Azteca lleno, a causa de las complicaciones de la hipertensión arterial.
Además de cada diez personas que tienen este mal uno fallecerá por complicaciones del corazón, del cerebro o de los riñones  (En México mueren 105 mil mexicanos al año. Fundación Carlos Slim. Actualidad en salud. 2013).

La hipertensión arterial se asocia mucho a la edad; en México el 30% de la población es mayor de 65 años, y el 90% de este grupo tiene hipertensión.

En la actualidad, de acuerdo a una encuesta nacional de salud, 3 de cada diez mexicanos mayores de 18 años son hipertensos. La enorme mayoría lo ignora.

Los bebés y las mujeres embarazadas también pueden sufrir hipertensión arterial y sus graves consecuencias.

Los malos hábitos alimenticios (consumir alimentos chatarra, grasas saturadas contenidas en  carnes grasosas, papa fritas, productos de pastelería y pan de repostería, entre otros), el sedentarismo (menos de treinta minutos diarios de ejercicio regular y menos de tres días a la semana), el estrés, fumar, comer sal en exceso, el sobrepeso y la obesidad, antecedentes de padres, hermanos o familiares cercanos que padecen hipertensión y la cultura de la no prevención, pero sobre todo, aceptar sin conocimiento de causa, que “lo que no duele no es enfermedad”, nos ha llevado a desarrollar porcentajes alarmantes de crecimiento de la hipertensión arterial.

El día de hoy comentaré brevemente acerca de la cardiopatía hipertensiva; ésta es la principal causa de enfermedad y muerte por hipertensión arterial (Cardiopatía hipertensiva. Un diagnóstico a tiempo puede salvar tu vida. Clínica DAM. Madrid, España).






Causas de la cardiopatía hipertensiva
La hipertensión arterial aumenta la presión en los vasos sanguíneos. A medida que el corazón bombea contra esta presión, tiene que trabajar más arduamente. Con el tiempo, esto lleva a que el músculo cardíaco se engruese y el corazón tiene que hacer un mayor esfuerzo para bombear sangre hacia el cuerpo.
Sin tratamiento, se pueden presentar síntomas de insuficiencia cardíaca  congestiva (insuficiencia del corazón para cubrir las necesidades de oxigenación, que causa deficiente funcionamiento de diferentes órganos del cuerpo, y que trae consigo también daño al corazón principalmente de sus ventrículos).
La hipertensión arterial puede causar cardiopatía isquémica (muerte de las células del corazón) debido a que el miocardio más grueso necesita incremento en el suministro de oxígeno y al no obtenerlo, puede presentarse la isquemia.
La hipertensión arterial también contribuye con el engrosamiento de las paredes de los vasos sanguíneos, lo cual, a su vez, puede empeorar la ateroesclerosis (aumento en los depósitos de colesterol en los vasos sanguíneos). Esto también aumenta el riesgo de ataques cardíacos y de  accidentes cerebrovasculares.

La cardiopatía hipertensiva abarca en general estos problemas en el corazón:
La arteriopatía coronaria y la angina, la insuficiencia cardíaca y el engrosamiento del miocardio -llamado hipertrofia- (Cardiopatía hipertensiva. Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. NIH. MedlinePlus).





El médico especialista en diagnosticar y tratar la cardiopatía hipertensiva es el cardiólogo. Sin embargo, el médico especialista en urgencias médico quirúrgicas, y el especialista en medicina crítica y terapia intensiva también pueden ser parte vital en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.

Tratamiento de la cardiopatía hipertensiva
El tratamiento debe ser intrahospitalario, controlando la hipertensión arterial con medicamentos de manera sublingual, tomados o a través de una vena; y diagnosticando y tratando al mismo tiempo la enfermedad causal del corazón, por ejemplo, la angina de pecho, de ser necesario con maniobras de soporte vital.

La mayoría de los pacientes con cardiopatía hipertensiva complicada requieren procedimientos y monitoreo con equipo médico especializados en la unidad de  cuidados intensivos.
En estos casos, el pronóstico para la vida y la función, en su mayoría es malo.

Prevención de la cardiopatía hipertensiva
El diagnóstico temprano de la hipertensión arterial ayuda a prevenir la cardiopatía hipertensiva.
Si ya tiene diagnóstico de hipertensión arterial:





-Hágase chequeos periódicos adecuados de la presión arterial. A menudo, se recomiendan las mediciones de la presión en el hogar a personas con hipertensión arterial difícil de controlar.
Hay muchos tipos de baunamómetros para medir la tensión arterial, pregunte a su médico cuál es el que más le conviene y apunte siempre sus cifras.
-Acuda a que un médico trate su hipertensión arterial. No suspenda ni cambie el tratamiento, a menos que así lo haya aconsejado el médico.
-Controle cuidadosamente la diabetes y  la hiperlipidemia (por ejemplo, aumento de colesterol y triglicéridos) y otras afecciones que aumentan el riesgo de una enfermedad en el corazón.
-Baje de peso si tiene sobrepeso o si está obeso.

Medidas para ayudar a controlar su presión arterial en casa:
-Consuma una alimentación cardiosaludable (por  favor pregunte a su nutriólogo al respecto).
-Tome mucha agua (mínimo ocho vasos con agua al día).
-Haga ejercicio con regularidad, al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico por día.
-Si fuma, deje de hacerlo.
-Reduzca al mínimo la cantidad de alcohol que toma.
-Disminuya la cantidad de sodio (sal) que consume, al mínimo posible.
-Reduzca al mínimo sus niveles de estrés. Trate de evitar factores que le causen estrés y pruebe con meditación o yoga para desestresarse.

Como siempre insisto en la necesidad de que todas las instituciones de salud en México, informen a la población de manera clara, breve y frecuente, acerca de las enfermedades y cómo prevenirlas, a través de los medios de comunicación.