Cirrosis hepática
Abigail Bello Gallardo
“La enfermedad es el tirano más temible”.
Albert Camus.
La cirrosis hepática es un problema de salud pública mundial y la cuarta
causa de mortalidad en México. Es una enfermedad grave del hígado,
irreversible. Tiene muchas causas, la ingesta de alcohol es la principal en
nuestro país.
En México, cada hora fallece una persona por algún
padecimiento del hígado, principalmente atribuido al consumo de alcohol.
Las entidades con mayores tasas de mortalidad en México son:
Yucatán, Veracruz, Hidalgo, Morelos y Quintana Roo (Aldo Torres Delgadillo,
especialista del Instituto
Nacional de Nutrición. Novedades Quintan Roo. Cirrosis étilica. Simposium
Sociedad Mexicana de Gastroenterología, Noviembre 2014).
Las causas más comunes de la cirrosis hepática son:
-Alcoholismo.
-Infección por hepatitis B o C.
-Trastornos en las vías biliares.
-Algunos medicamentos.
-Enfermedades hereditarias.
-Hepatitis autoinmunitaria (inflamación del hígado que
ocurre cuando las células inmunitarias se “confunden” y atacan a las células
sanas del hígado; otras enfermedades del hígado como la esteatohepatitis no
alcohólica (MedlinePlus. Cirrosis. NIH. Biblioteca Nacional de Medicina de los
EE. UU.).
La prueba
determinante para el diagnóstico de cirrosis es la biopsia hepática lo que
significa extraer un fragmento pequeño del hígado y que un médico patólogo lo
examine (Doctor Rafael Aguirre Cardoza, gastroenterólogo endoscopista).
Síntomas
Algunos de los síntomas de la cirrosis hepática son:
-Fatiga.
-Desánimo, depresión.
-Inapetencia y pérdida de peso.
-Anemia o desnutrición.
-Náuseas (sensación de querer vomitar).
-Dolor abdominal.
-Coloración amarillenta en la piel, las membranas mucosas o
en los ojos (ictericia).
-Vasos sanguíneos pequeños, rojos y aracniformes en la
piel del tórax o pecho.
-Acumulación de líquido en las piernas (edema) y en el
abdomen (ascitis).
-Enrojecimiento de las palmas de las manos.
-En los hombres, impotencia sexual, encogimiento de los
testículos y crecimiento de los senos (glándulas mamarias).
-Tendencia a la formación de hematomas (moretones);
sangrados anormales.
-Confusión o problemas para pensar.
-Heces o evacuaciones de color pálido o color arcilla (al
inicio).
-Hepatomegalia y esplenomegalia (inflamación del hígado y
del bazo).
-Abdomen hinchado como resultado de la presencia de
demasiado líquido.
-Palmas enrojecidas.
-Venas dilatadas y deformadas en el abdomen (Clínica DAM, Madrid, España).
Tratamiento
Dependiendo de la causa específica de la cirrosis, deberá
ser el tratamiento. Sin embargo, algunas medidas generales son:
-No tome alcohol.
-Consuma una dieta saludable con poca sal. Aliméntese con
una dieta equilibrada, rica en proteínas y vitaminas, excepto en casos en
los que el cerebro está dañado debido a una mala función de
desintoxicación del hígado (conocida como encefalopatía hepática que cursa con
confusión y aletargamiento), en cuyo caso deberá evitarse el consumo de
proteínas. Este padecimiento es una urgencia médica, hay que llevar al paciente
de inmediato a recibir atención médica.
-Cuando
la causa de la cirrosis hepática es el virus de
la hepatitis (hepatitis B o C), el paciente deberá tratarla con costosos
medicamentos especializados y siguiendo rigurosas indicaciones médicas
(Onmeda.es. Cirrosis hepática. Tratamiento).
-Hágase vacunar contra enfermedades como la influenza, la
hepatitis A y B, y la neumonía por neumococo.
-Informe a su médico acerca de todos los medicamentos
recetados y automedicados que toma, hierbas y suplementos vitamínicos (Clínica DAM, Madrid, España).
Otros tratamientos son:
-Tratamientos endoscópicos para venas dilatadas (várices)
sangrantes en la garganta, esófago, estómago, intestinos o en el recto.
-Extracción de líquido del abdomen (paracentesis) y otros
procedimientos especializados.
-Múltiples cirugías.
Cuando la cirrosis progresa a enfermedad hepática terminal,
se puede necesitar un trasplante de hígado (MedlinePlus. Cirrosis. NIH.
Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.).
Todas las complicaciones de la cirrosis hepática son
potencialmente mortales. Algunas de ellas son:
Acumulación de líquidos abdominales (ascitis) e infección
del líquido (peritonitis bacteriana); venas dilatadas en el esófago, el
estómago o los intestinos que sangran fácilmente, aumento en la presión de los
vasos sanguíneos del hígado (hipertensión portal), insuficiencia renal
(enfermedad grave del riñón), trastornos de sangrado, cáncer hepático (de hígado),
confusión mental o cambio en el nivel de conciencia o coma (encefalopatía
hepática), sangre en el vómito o sangre en la orina, y dificultad para
respirar.
Los indispensables
cuidados paliativos
En este tipo de enfermedad los cuidados paliativos van
encaminados a disminuir el sufrimiento físico y emocional del paciente, del
cuidador y de la familia durante la enfermedad. Pero cuando las complicaciones
de la cirrosis hepática ya no responden al tratamiento y es muy posible que el
paciente vaya a morir, se puede recurrir a la sedación para minimizar la
angustia del paciente en su última etapa u horas de vida.
Prevención
Para prevenir
la cirrosis hepática es importante evitar los posibles
desencadenantes de las enfermedades del hígado.
Éstas son algunas medidas que ayudan a evitar la cirrosis
hepática:
-Evitar el consumo de alcohol o consumirlo con absoluta
moderación.
-Vacúnese contra la hepatitis A y B.
-Evitar el contacto con disolventes.
-Evitar el contagio del virus de la hepatitis C (también el
de la hepatitis B) que puedan desencadenar cirrosis, tomando medidas de higiene
generales como por ejemplo, utilizando condones durante las relaciones
sexuales, no compartir jeringas ni agujas, rastrillos, etcétera (Onmeda.es.
Cirrosis hepática. Tratamiento).
Como siempre,
insisto en la urgente necesidad de que las instituciones de salud en México,
informen a la población de manera sencilla, breve y frecuente, a través de
todos los medios de comunicación, acerca de las enfermedades y su manera de
prevenirlas, hasta lograr que de verdad disminuyan.
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