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EL PERDÓN

Por Abigail Bello Gallardo


Inicio mi intervención el día de hoy, con las siguientes frases:

Perdonar, no solamente es decir "Te Perdono". Si no demostrarlo con hechos.

Vengarse de una ofensa, es ponerse al nivel de los enemigos; perdonársela es hacerse superior a ellos.
François de la Rochefoucauld



Muchos se preguntarán… ¿En qué se relaciona la Medicina con el tema del perdón? Para el asombro de todos nosotros, el no perdonar y vivir resentidos o rencorosos por algo que nos hicieron, puede traer al organismo consecuencias tan graves, como un infarto al miocardio o el suicidio. Ya que el resentimiento provoca con frecuencia, estados como el estrés, la angustia, la neurosis y la depresión en sus diferentes etapas y como consecuencia, síntomas como:


Irritabilidad, disturbios del sueño e insomnio, pérdida del apetito o voracidad alimentaria, fatiga, dolor de cabeza, debilidad crónica, caída del ánimo, dificultades en la relación con los demás, etc. Estos síntomas psíquicos pueden acompañarse de consecuencias orgánicas y afectar al:


Aparato inmunológico, disminuyendo las defensas a tal punto, que deje al paciente vulnerable ante enfermedades infectocontagiosas y entonces, es susceptible a infecciones virales, como el virus H. influenza y/o infecciones bacterianas, como la Tuberculosis.



Afecta también al Aparato cardiovascular: Pudiendo causar un aumento de la frecuencia cardíaca y hasta síntomas coronarios, como dolores precordiales (dolor detrás del esternón, en el pecho) y arritmias cardíacas.


Una situación de estrés crónico puede llevar al Infarto Agudo del Miocardio, en los casos en que existan factores predisponentes.

Otros aparatos y sistemas del organismo pueden afectarse también, potenciando las siguientes enfermedades:


La úlcera gástrica, la gastroduodenitis, el cólon irritable, el asma bronquial, el broncoenfisema, producir disminución de la líbido ó (deseo sexual), causar esterilidad (por afectación al sistema endocrino), también se pueden producir afecciones de la piel, parálisis, etc.


Para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades antes mencionadas recomendamos recurrir al Médico General, al Médico Familiar o al Médico Internista, quien en su caso, derivará al paciente a las especialidades correspondientes.


Recomendamos también la Terapia con Flores de Bach, ya que ha demostrado ser eficaz auxiliar en el tratamiento del resentimiento, la angustia, la depresión, el estrés, el rencor, el insomnio y la ira.


Enterados de las enfermedades psíquicas y orgánicas que el resentimiento y el rencor pueden llegar a producir, estamos obligados a pensar en cómo evitarlas. El mejor remedio para el resentimiento y el rencor, es el perdón.



Y es que muy probablemente quien nos lastimó, agredió u ofendió, ni siquiera recuerde lo que nos hizo y ande tan campante por la vida, mientras nosotros perjudicamos nuestra salud física, mental y emocional, permaneciendo resentidos.


O en caso contrario, no sólo hacemos todo lo posible por perjudicar a quien nos dañó sino que sin quererlo, perjudicamos con nuestra actitud a terceros, incluso a nuestros seres queridos. Por todo lo anterior, nuestra recomendación es perdonar.


Incluso hay que perdonarnos a nosotros mismos, partiendo del hecho de que si Dios nos perdona, porqué nosotros no nos perdonamos. ¿Acaso Somos más que Dios? El no perdonarnos, denota una gran soberbia en nosotros mismos disfrazada de supuesta humildad.


El perdonarnos, empezar de cero y proponernos no volver a cometer el mismo error, nos permite vivir en paz con nosotros mismos y con el resto.


Perdonar puede empezar, por ponerse en los zapatos de quien nos agredió de alguna forma y reflexionar en sus circunstancias, sus deficiencias, sus frustraciones, sus complejos, y honestamente preguntarnos qué hubiéramos hecho en su lugar… probablemente hubiéramos actuado igual o mucho peor.


Cabe hacer la aclaración que perdonar, no es continuar permitiendo el abuso a nuestra persona, sino comprender las circunstancias de nuestro agresor, impedirle por todos los medios que nos siga dañando y vivir sin rencor y sin sus consecuencias.


Ahora bien, partiendo del hecho, de que según científicos físicos cuánticos aseguran que atraemos a nosotros lo que pensamos con mayor frecuencia e intensidad; es necesario disciplinarnos en pensar en cómo nos gustaría que fueran nuestras relaciones de familia, de pareja, de trabajo, de amistad, etc. Y en eso enfocarnos el mayor tiempo que nos sea posible.


Por otro lado, recordemos que para el mundo cristiano y para la mayoría de las religiones del mundo, una de las grandes enseñanzas, es el perdonar a quien nos ofende para que Dios nos perdone. Demostremos que somos congruentes, no seamos religiosos de palabra sino personas consecuentes con nuestras creencias o convicciones.


Me despido con las dos siguientes frases, la primera es del científico ruso Johann M Friederich, quien enunció:


"Perdona a quien da un paso en falso; piensa en que tú también podrías tropezar"


Y la segunda, es un mandato de nuestro Maestro Jesús quien dijo:


No te digo que perdones a tu hermano hasta 7 veces, sino hasta 70 veces, siete.
(San Mateo 18:21 y 22).